jueves, 8 de noviembre de 2018

Y todo comenzó así...

Había una vez :=)

Sucedió que un día que regresaba de trabajar en el extranjero me encontré buscando trabajo y empecé a ver mis opciones. Tengo aproximadamente 23 de experiencia como profesora en educación media superior y superior y educación continúa para adultos.

Bueno, resulta que la oportunidad para encontrar un lugar en la preparatoria ya había pasado y quedaba la educación básica. Fui al  lugar donde tenía que llevar mis papeles y solicité un espacio en secundaria pero la señorita que me atendió me dijo que me convenía buscar una oportunidad en primaria pues ahí había más posibilidades.

Me sorprendió pues  no pensé que sin la carrera de maestro de  primaria se podría dar clases en educación básica pero la señorita me contestó que con los  estudios que tenía era posible.

Bueno, así lo hice y después de todo el proceso logré un lugar. Desde el inicio del proceso fue gracioso porque no tenía idea de toda la terminología que se usa en el sistema ni nada de los procesos administrativos y mucho menos de dónde estaban ubicadas las primarias, así que cuando me preguntaron en dónde quería trabajar frente a una larga lista de nombres de escuelas, solo me fui por la cuyo nombre me llamó más la atención. 

Pues bueno, lo que seguía era presentarme en la escuela elegida al día siguiente, cosa que así hice para después enterarme  que se me había olvidado recoger un papel por lo que tendría que hacer un viaje de 8 horas ida y vuelta para obtener ese documento.
Muy bien, después de ir y venir ya tenía los papeles y ya me encontraba en compañía del resto del equipo de esa escuela junto con otros maestros nuevos como yo, en la escuela pero no en el nivel primaria, por lo que me llevaban una gran ventaja.
Pues llegó la hora de que me asignarán grupo y resulta que solo quedaba primero, por cierto el único grupo de primer año, le pedí al director que me lo cambiara por favor ya que era mi primera vez frente a un grupo de niños, pero me dijo muy sonriente y tocándome el hombro "no se preocupe maestra se ve que usted puede y yo quiero una maestra para los niños de primero".

Se terminaron los cursos y se acercaban las clases, yo veía a las maestras ir y venir con bolsas, libros, cajas y hablar de miles de cosas como el material que se les había pedido, libros auxiliares, ¡ay Dios mío! y yo ni sabía por dónde empezar.
La semana de clases comenzó y entré en pánico, primer día de clases sin libros, teníamos que terminar de inscribir niños, solicitar papeles y atender al grupo al mismo tiempo. Las mamás preguntaban sobre los útiles, los uniformes, los horarios, acerca de si podían entrar y de miles de cosas de las cuales no sabía ni una palabra.

Salía y corría de un salón para otro preguntándole a mis compañeros todo, hasta a qué hora sería la hora del recreo, sí necesitaban traer papel de baño, todoooooo. Pero lo bueno es que el día laboral terminó y sobreviví a ese primer día.


¿En dónde me vine a meter?
  

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